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A mi me daba muchísima pereza prepararla hasta que empecé a seguir estos trucos, que ahora comparto contigo. Seguir estos consejos tiene, fundamentalmente, dos ventajas:
- ahorras espacio, con lo que podrás meter más cosas en tu maleta.
- ahorras disgustos, porque si la haces con prisas seguro que acabas olvidando algo.
Lo básico: planificación
Olvídate de las prisas y de dejarlo todo para el último momento. Lo ideal es que empieces a preparar las cosas que te vas a llevar 4 o 5 días antes. Despeja una superficie que no vayas a usar en esos días y ve poniendo allí todo lo que te quieras llevar. Cuando lo tengas todo, sólo será cuestión de "acomodarlo" en la maleta.

Todo depende de tu destino. Estarás de acuerdo conmigo en que no es lo mismo viajar a Noruega que al Caribe ¿verdad? Como tampoco es plan de ir en tirantes en invierno ni de llevar abrigo en verano. El tiempo que vaya a hacer en el lugar que hayas elegido para pasar tus vacaciones es la prioridad a la hora de elegir que tipo de ropa llevar. Es una cuestión de lógica.
Piensa en tus últimas vacaciones, ¿qué te hizo falta y qué no? Este truco es muy útil para no cometer de nuevo los mismos errores. Lleva sólo aquello que vayas a ponerte, no lo que te quieras poner. Procura escoger rópa cómoda que admita varias combinaciones y evita aquellas prendas que requieran planchado.
No te olvides de incluir en tu equipaje mascarillas y gel hidroalcohólico.
El número de días que vayas a estar fuera también es una variable a tener en cuenta. No tendrás que llevar la misma cantidad de ropa para pasar un fin de semana que para estar 15 días. También deberás tener en cuenta si en tu destino hay alguna posibilidad de lavar la ropa (la mayoría de hoteles y apartamentos cuentan con este servicio) o no.
Siempre vuelve más de lo que va. Y esto es así si o si, por lo menos en mi caso. Es aconsejable que no llenes la maleta del todo. Deja algún hueco para tus posibles compras durante las vacaciones si no quieres volver cargada de bolsos extra (sobre todos si viajas en avión, porque hay que facturarlos).
CONSEJO: Si tienes que cambiar de maleta o ampliar tu colección, aprovecha el Outlet de Maletas Greenwich y consigue descuentos de hasta el 60%
Lo difícil: Meterlo todo
A la hora de meter la ropa en la maleta, el orden lo es todo. Para que lo entiendas mejor he querido poner unas imágenes que expliquen visualmente los consejos que te voy a dar. Este es el método que yo sigo, que no tiene porque ser el mejor ni el peor, pero es uno más a tener en cuenta. No he podido hacer fotos, así que te voy a poner estas imágenes que he encontrado por internet y que se asemejan bastante a lo que quiero contarte.

Lo primero que tienes que hacer es separar todas las camisetas y enrollarlas, cubriendo con ellas el fondo de la maleta. De esta manera se arrugarán menos, ocuparán menos espacio y será una nueva oportunidad de repasar si lo tienes todo (al estilo Marie Kondo).
Una opción alternativa (si no vas a llevar más maletas) es poner en la parte de abajo el calzado. Para ello deberás meter cada zapato en una bolsa, por aquello de evitar olores, y distribuirlos por el fondo de la maleta. Aprovecha los huecos para los productos de aseo.

Después van los pantalones. Dóblalos poniendo una pierna sobre otra y colócalos sobre las camisetas, poniendo la parte de la cintura hacia el centro de la maleta y dejando "media pierna" fuera.

Cóloca sobre los pantalones otra "capa" de camisetas o jerseys enrollados, igual que los de la base (es como si estuvieras preparando una lasaña).

Y encima de la segunda capa de camisetas, las chaquetas. Para doblarlas junta los hombros de modo que la prenda parezca un "1" y pliega las mangas sobre el cuerpo para formar un rectángulo.

Llegó la hora de doblar hacia dentro la "medias piernas" de los pantalones que habíamos dejado fuera en el paso 2.

Por último, aprovecha los huecos para guardar la ropa interior y los accesorios (bufandas, cinturones...)
Lo rutinario: Mantenimiento
Cuidar una maleta pasa por llevar a cabo un mantenimiento adecuado que impida que el tiempo le afecte demasiado. En este sentido, la limpieza es fundamental para que siga cumpliendo perfectamente con su cometido. Las que están fabricadas con materiales duros requieren menos cuidados que las de tela.
Para limpiar las maletas blandas, lo primero es pasar un aspirador de mano por el interior. Luego, con un paño ligeramente húmedo, se retiran todos los restos de suciedad que puedan quedar. Para terminar, es conveniente usar un poco de agua y jabón en el exterior, para que la toda la tela quede en perfecto estado.
Es aconsejable realizar este proceso cada vez que uses la maleta, para alargar su vida lo máximo posible.

Maleta nueva: Cómo elegirla
El descubrimiento de nuevos materiales como el policarbonato o los tejidos sintéticos de alta resistencia ha revolucionado el mundo de las maletas.
Diferenciar entre las ventajas de las maletas rígidas y las que no lo son es una de las principales tareas que hay que llevar a cabo a la hora de comprar.
- Maletas rígidas. Están hechas con materiales sólidos y ofrecen una protección extra para el contenido. Son muy resistentes al desgaste y a los golpes, por tanto son una magnífica opción si la maleta termina en la bodega de un avión o en cualquier otro lugar en que no se le preste demasiada atención a su cuidado.
- Maletas semirrígidas. Son más ligeras y más versátiles. Suelen incluir bolsillos exteriores para facilitar el almacenaje, lo que las hace perfectas para viajes en coche.
En la tienda de maletas de Amazon nos dan una serie de consejos para elegir la maleta correcta de acuerdo a nuestras necesidades.
Capacidad. Es el primer punto a tener en cuenta. Lo principal es que pienses en el uso que le vas a dar a tu maleta antes de decidirte por una demasiado grande o demasiado pequeña. Es aconsejable tener un juego completo (3 o 4 maletas) de diferentes capacidades para que puedas usar la que más se ajuste a tus necesidades en cada momento.
Para viajes largos (más de 10 días) necesitarás una maleta grande. Para viajes de entre 4 y 10 días necesitarás una maleta mediana y una maleta pequeña será ideal para viajes de fin de semana.
Comodidad. Fíjate bien en que el modelo que te interesa cuente con accesorios que aumenten su confort. Es especialmente interesante que lleven ruedas, para que puedas moverte con la maleta de una manera más fácil. Las más cómodas son las que llevan cuatro aunque las de dos también suelen ser más económicas. También son recomendables los modedos que tienen asas telescópicas.

Distribución. Algunos modelos tienen compartimentos especiales para distintos tipos de ropa. Cuantos más accesorios de este tipo formen parte de la maleta que elijas, mejor te manejarás con ella y más cómodo te sentirás al viajar.
En Amazon puedes encontrar distintos accesorios de viaje (ruedas, asas, candados, básculas, sets de organización...) con los que puedes complementar tu maleta sin necesidad de comprar una nueva.
Recuerda: El tamaño de la maleta tiene que ser proporcional a la duración del viaje y si debe ser lo más ligera (en vacío) posible, sobre todo si vas a viajar en avión. Ante todo, busca la comodidad a la hora de transportarla. Las demás variables van en cuestión de gustos: carcasa rígida o blanda, con 2 o 4 ruedas, diseño liso o con dibujos...